Stenhouse (1984) dijo: "para evaluar hay que comprender. Cabe afirmar que las evaluaciones convencionales del tipo objetivo no van destinadas a comprender el proceso educativo. Lo tratan en términos de éxito y de fracaso. El profesor debería ser un crítico, y no un simple calificador".
¿Será que nosotros realmente comprendemos el porceso educativo? ... es esa mi reflexión sobre los procesos evaluativos que llevamos a acabo en nuestras aulas, en donde aún no nos salimos de querer cumplir con objetivos sin entender el proceso educativo en su conjunto. Y es que mucho tiene que ver la estructura de nuestro sistema educativo, pues a nosotros como docentes se nos evalua dependiendo del cumplimento de metas, de contenidos, de unidades y eso nos encierra a se calificadores simplemente.
Creo que la razón de ser de la evaluación es servir a la acción educativa, la que debe de entenderse desde el punto de vista formativo, misma que como docentes debemos tener antes de cualquier otra consideración y dejar a un lado la parte sumativa, pero ¿cómo hacerlo is nuestro sistema aún está basado en lo sumativo?.
En ese sentido la evaluación tiene que estar orientada a que nuestros estudiantes aprendan de manera más cualificada, que sean capaces de discriminar por ellos mismo entre lo correcto y lo incorrencto, que adquieran conocimientos significativos, que este basada en una educación emancipadora con mayor grado de autonomía y de responsabilidad asumidas por ellos mimos.
De lo contrario estamos realmente educando, tenemos que ver a nuestros estudiantes no desde la postura del maestro autoritario, más bien de una educación en conjunto y en conbinación de saberes entre el docente y los estudiantes.
Un paso puede ser convertir la evaluación de los aprendizajes que aplicamos a nuestros estudiantes se convierta en una autoevaluación, con ello seremos críticos y no sólo calificadores, pues estaremos apreciando criticamente nuestro trabajo, criterios que saldrán desde cada estudiantes, y tendrems qu trabajar apoyados en sus demanadas; demandas que surjen desde las necesidades educativas de nuestros estudiantes. Pero además, hay que enseñar a nuestros estudiantes a que sean demandantes y busquen ellos mismos la calidad educativa, así exigiran a los docentes una mejor práctica docente, de ahi la necesidad de una educación emancipadora y autónoma.
Hay que tomar en cuenta que en la medida en que aprendemos, simultáneamente evalúamos, discriminamos, valoramos, criticamos, opinamos, razonamos, fundamentamos, decidimos, enjuiciamos, optamos... entre lo que considera que nos funciona y lo que desechamos y la evaluación tiene que ser parte del proceso educativo, no va separado ni es asunto aparte,por el contrario es parte del proceso formativo.
Y es que si la evaluación no propicia el aprendizaje, queda reducida a la aplicación elemental de técnicas, escondiendo procesos complejos que se dan en la enseñanza y en el aprendizaje, por ello tiene que ser parte del proceso y nuestros estudiantes tienen que estar conciente de ello.
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